Según el informe “Plan estratégico 2014-2016 CIBERSAM”, elaborado precisamente por el Centro de Investigación Biomédica en Red de Salud Mental, sobre la salud mental y su prevención en el entorno del trabajo, las enfermedades mentales en España son el segundo motivo de baja laboral. Es, por lo tanto, una cuestión a la que debemos prestar toda la atención; la prevención laboral de los problemas de salud psicológica y mental.
La prevención laboral no solo es importante a nivel de enfermedades o lesiones físicas, sino que la atención deber ser igualmente extensible a la prevención de la salud mental de los trabajadores. Este es un tema relevante para todos, también para los empresarios y naturalmente para el personal que trabaja en una empresa; es sin duda un reto para la sociedad en su conjunto ya que constituye una forma mejorar y aumentar el nivel de salud de los trabajadores, al tiempo que se optimizan los beneficios sociales y empresariales.
Uno de los últimos estudios realizados en España, concretamente en el año 2017 por “Fomento del Trabajo Nacional” titulado “Riesgos psicosociales y enfermedad mental. Estrategias de actuación en el ámbito laboral”, pone de manifiesto que la prevención laboral de la salud mental se puede abordar desde dos directrices:
1- Organización del trabajo. Esta línea de prevención laboral de la salud mental, estudia factores como el tiempo, variedad y carga de trabajo, las exigencias cognitivas o emocionales (sobre todo en los trabajos de tipo social o atención al público), el nivel de monotonía de la actividad laboral, etc.
También pueden ser elementos a tener en cuenta, a nivel de mejora de la salud mental de los trabajadores, el entorno ambiental, el apoyo social y el nivel de relación con los compañeros. Fomento del Trabajo Nacional remarca que tener monotorizados los diferentes elementos que conforman la organización de cada puesto de trabajo va a permitir, por una parte evaluar e identificar factores concretos de ese entorno laboral y por otra, crear un histórico de datos que permitirá visualizar la mejora de esas condiciones o en caso contrario alertar de su deterioro.
De modo que, tener planes de actuación con el fin de observar estos indicativos del puesto de trabajo, que muchas empresas en nuestro país ya tienen implementados, va a contribuir en buena medida a una eficacia en la prevención laboral de la salud mental. En este sentido y en el caso de que los parámetros de las citadas condiciones laborales no sean los saludables (exceso de horas trabajadas, una demanda cognitiva muy alta, nula conciliación laboral, etc) podrán iniciarse actuaciones para corregir estos desequilibrios.
2- Empresa saludable. Si en el punto anterior se pone de manifiesto que identificar y controlar los diferentes elementos que forman parte de las condiciones laborales, mejoran los niveles de prevención laboral de la salud mental, promover actividades y comportamientos de vida saludable en la empresa, es otro de los factores determinantes en esta materia. Tiene esta segunda medida una pretensión: hacer extensivo un cambio de actitud y de cultura empresarial que camine en la dirección de “personalizar” el mundo laboral e implicar en dicho cambio a trabajadores, empresarios y también a la sociedad.
Así, fomentar la posibilidad de trabajar en un entorno saludable también es prevención laboral, no solo para contrarrestar las posibles incidencias médicas de carácter físico, también a nivel de salud mental.
Este entorno de empresa saludable va a promover la alimentación equilibrada de los trabajadores, va a incidir en el tipo de productos que puedan contener las máquinas expendedoras de las áreas de descanso o comedores de fábricas, oficinas, talleres y establecimientos, va a proporcionar formación que ayude a trabajadores y empresarios a practicar esta filosofía, más allá del mero cumplimiento de la normativa vigente, etc.
Las actuaciones citadas anteriormente pueden ampliarse con actividades deportivas y salidas en grupo que favorecerán las relaciones entre trabajadores de distintos departamentos, o bien con mayor flexibilidad en el horario de trabajo, incluso tener la posibilidad de trabajar desde casa en alguna ocasión. Evidentemente estas mejoras van a repercutir muy pronto en un armonioso ambiente de trabajo, menos estrés y en consecuencia una buena salud mental.
Sin embargo, la norma que regula este asunto (El Real Decreto 39/1997, del 17 enero) pone de manifiesto que existe una gran dificultad: En España los trastornos de la salud mental en el trabajo todavía no se consideran enfermedades laborales y en este sentido hay todavía un gran trabajo legislativo que hacer.