A ningún empresario escapa que el Departamento de Recursos Humanos es uno de los puntales básicos de toda corporación, sobre todo si hablamos de empresas de gran envergadura y con varias áreas. No obstante y pese a la indiscutible importancia de dicho departamento, a menudo no se le prestan ni la atención ni los medios necesarios para su adecuado funcionamiento y desarrollo. Ello se debe, en esencia, a que Recursos Humanos es un área con ciertas peculiaridades que la distinguen del resto, entre las que destaca la necesidad de estar en continua evolución.

Es decir, que el Departamento de Recursos Humanos, además de realizar labores operativas (tales como contrataciones, nóminas, etc.), debe estar al tanto en todo momento sobre las últimas novedades y actualizaciones que puedan afectar al funcionamiento tanto del propio departamento como de la empresa en general.

Esta característica, como decíamos, suele pasar desapercibida para muchos directivos, lo que puede propiciar que el gestor de Recursos Humanos acabe sumándose a la inercia del resto de áreas de la empresa, cuando no frustrándose, desperdiciando así el enorme potencial contenido en su departamento. Para evitar esta situación, un buen gerente de Recursos Humanos debe ser capaz de hacer entender a sus superiores las necesidades requeridas por su equipo. Asimismo, debe compartir con el resto de jefes de otras áreas sus inquietudes, de cara a que la interactuación entre departamentos sea lo más constructiva posible. Para ello, el gestor debe jugar un papel activo en las reuniones colectivas que se produzcan en la empresa, e incluso fomentarlas cuando la ocasión lo requiera.

La irrupción digital

Ya hace tiempo que la mayoría de empresas se vio obligada a dar el salto digital. No obstante, la evolución de la tecnología es tan vertiginosa que los cambios en esta materia son constantes. Uno de los mayores esfuerzos del equipo de Recursos Humanos debe ser mantener a la orden del día al resto de áreas de la empresa a las que competa en todo lo que tenga que ver con las posibilidades y cambios tecnológicos que surjan. Sin ir más lejos, la reciente entrada en vigor del Reglamento General de Protección de Datos (RGPD) ha llevado de cabeza a muchas empresas. La labor de un buen gerente de Recursos Humanos debería haber sido estar informado sobre la nueva normativa y haber tomado las medidas necesarias antes del 25 de mayo —por ejemplo, contratar a un Delegado de Protección de Datos—. De este ejemplo se deduce una de las cualidades esenciales que ha de poseer todo gestor de Recursos Humanos: la capacidad de anticipación. Esta cualidad no debe quedar reducida, ni mucho menos, al ámbito tecnológico, sino que debe ser extrapolada a cualquier otra faceta sobre la que su equipo pueda influir.

El gestor de Recursos Humanos como estratega

Otro de los rasgos que se advierten en todo buen gestor de Recursos Humanos es su capacidad para trazar planes exitosos. Además de poseer una formación multidisciplinar que le permita elaborar estrategias eficaces para su equipo, debe saber comunicárselas con perspicacia a los miembros del mismo, para que éstos sientan que forman parte indispensable de la misma. La motivación y el empoderamiento deben ser dos máximas en el trabajo diario, para lo cual es imprescindible que todo directivo, sea éste del departamento que sea, se esfuerce con tesón en mejorar su inteligencia emocional.

Y, por último, es fundamental que el gestor de Recursos Humanos lleve un seguimiento exhaustivo de la evolución del trabajo de su equipo —y de cómo repercute éste en el resto de áreas—, de cara a poder ajustar los objetivos fijados en el plan. Es más que recomendable que este plan sea detallado por escrito, y que sea accesible a cada miembro del equipo implicado. A día de hoy, los avances tecnológicos han propiciado infinidad de herramientas para que esta labor —elaborar y ejecutar un plan con maestría— sea desarrollada con mayor efectividad, como por ejemplo los KPI o Key Performance Indicators (Indicadores Clave del Desempeño). Gracias a estos medidores, el gestor podrá saber con mayor precisión si la estrategia que está siguiendo su equipo —y su empresa— es eficaz y cómo redirigirla para lograr mejores resultados.